De Negro y Azabache (Los verdaderos antitaurinos)

Publicado: 9 julio, 2013 en Uncategorized

“La mentira y los intereses son lo que está corroyendo todo esto (…) Creo que todas las cosas, en la profesión y en la vida, cuando se hacen de verdad y con honradez se marcan con un sello de calidad”: Iván Fandiño.Patología interna

“Cada temporada se cometen decenas de fraudes en las corridas de toros celebradas en la Plaza México”. De esta forma inicia la investigación, publicada por este reportero en la revista Contralínea correspondiente a esta semana (http://bit.ly/1aUx2Zg), que ilustra el depauperado estado de la tauromaquia en la “plaza más grande del mundo” a causa del poder corrosivo de Miguel Alemán Magnani y su socio taurino, Rafael Herrerías.

“De acuerdo con reportes oficiales obtenidos por Contralínea –continúa la entrada del trabajo periodístico–, cada tarde de lidia son aventados al ruedo becerros o novillos –no toros– lastimados, con los cuernos recortados o sin las condiciones adecuadas de peso o de traslado.

“Los empresarios dueños del negocio –encabezados por Rafael Herrerías, socio y apadrinado de Miguel Alemán Magnani– controlan todo el proceso de `verificación´ de la edad y el cumplimiento de los requisitos. Las autoridades del Distrito Federal, tanto del gobierno central como delegacional, se muestran condescendientes con la Productora Global EMT, a cargo de todo lo que ocurre en el `coso más importante de América´.

“Ante la denuncia, los dueños adquieren mayor control: en la temporada de novilladas que inició este 7 de julio se estrena como veterinario sancionador Javier García de la Peña, apenas unas semanas antes, empleado de Herrerías”.

Muchos piensan que con echar porras basta. Que mostrar el lado amable es ser un buen aficionado. Muchos piensan que hacer periodismo es conjugar hasta el cansancio los verbos difundir, apoyar, sumar, ensalzar…

Otros –los menos– concebimos el ejercicio periodístico como un servicio social, el cual brinda información a la gente para que en casos como el de la fiesta brava se pregunte si la trincan, para que se cuestione si quienes están al frente del espectáculo son el abismo al que parece estar condenada. Algunos aficionados –los menos, repito– pensamos que una defensa verdadera no esconde, no solapa ni calla ante los puntos enfermos de la Fiesta ni “apoya” la corrupción de los propios enemigos de ella.

La crisis del toreo es interna y tres son los factores que sólo el público podrá revertir:

-El descastamiento disfrazado de nobleza.

-La generalización del fraude, a tres bandas (torero-ganadero-empresa), de la lidia de novillos por toros, y

-La ominosa colusión de los “periodistas profesionales”.

Antitaurino es el torero que sabe que está toreando un becerro y tras un remate levanta la cabeza desafiante como si le hubiera podido a un cinqueño. Antitaurino es el ganadero que infiltra de sustancias mágicas al novillo en busca de una apariencia de toro. Antitaurino es el empresario que feliz declarara año tras año “pérdidas” a Hacienda a costa del espectáculo que dice cuidar. Antitaurino es el “periodista” que quiere hacer negocio de una Fiesta secuestrada.

Los aficionados, desde Chicago hasta Francia, desde Perú hasta Tijuana, deben voltear hacia el caso de la Plaza México, donde las palabras de Fandiño son realidad, donde el toreo más claramente se destruye desde adentro.

(Chicago Deportivo cumple la importante labor de informar a los paisanos que si bien se encuentran lejos de su tierra, gracias a ese trabajo pueden palpar el calor de sus pasiones en su propio idioma. Enhorabuena por estos primeros 25 años. MR)

mauromero@comunidad.unam.mx

(Columna que será publicada en el periódico estadunidense Chicago Deportivo el próximo viernes 12 de julio)

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